jueves, 6 de mayo de 2010

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2697707

Link de artículo: "Pragmática de la imagen fija en la publicidad:
Estructura del Discurso Publicitario" de Eliseo Colón.

NOTA: damos las gracias a la Profa. Adlin Prieto por este aporte.

"La interpretación de la imagen" de Jacques Aumont

Si la imagen contiene sentido, éste debe “ser leído” por su destinatario, por su espectador: es todo el problema de la interpretación de la imagen. Todo el mundo sabe, por experiencia directa, que las imágenes, que son invisibles de manera aparentemente inmediata e innata, no son por eso fácilmente comprensibles, sobre todo si han sido producidas en un contexto alejado del nuestro (en el espacio o en el tiempo, y las imágenes del pasado son a menudo las que más interpretación necesitan).
La empresa semiológica, con su distinción entre diferentes niveles de codificación de la imagen, da una primera respuesta a esta pregunta: en nuestra relación con la imagen, se movilizan diversos códigos, algunos casi universales (los que dependen de la percepción); otros, relativamente naturales pero ya más formalizados socialmente; otros, además, totalmente determinados por un contexto social. El dominio de estos diferentes niveles de códigos será, lógicamente, desigual según los sujetos y su situación histórica, y las interpretaciones resultantes diferirán en proporción.
Esto puede comprobarse diariamente en un campo en el que la semiología se aplica corrientemente, el de la publicidad. La imagen publicitaria, concebida por definición para ser fácilmente interpretada (sin lo cual es ineficaz), es también una de las más sobrecargadas que hay de códigos culturales.
Pero el problema de la interpretación es tanto más crucial cuanto que la apuesta de la imagen se siente como importante. Por eso la mayor parte de las reflexiones sobre este tema afectan a la imagen artística, considerada en general como provista de una intención más noble, más digna de interés, y como mucho más conscientemente elaborada y, por tanto, más difícil y a la vez más interesante de mirar.
En este campo, la empresa más importante, por su coherencia y su influencia, sigue siendo la de la escuela alemana desde Aby Warbug y sus discípulos, de Erwin Panofsky a E. H. Gombrich, pasando por Fritz Saxl, Rudolf Wittkower y algunos otros. A Panofsky (1932-1933) se debe la exposición más sintética del método propuesto, con el nombre de iconología. Para él, todo fenómeno social implica varios niveles de sentido (y ha de ser, por tanto, leído en varios niveles). Un gesto diario —cruzarse con alguien que se levanta el sombrero, por ejemplo— posee así varias significaciones:
- una significación primaria o natural, escindida a su vez en significación puramente factual (referencial: comprender que un ser humano ha levantado un elemento de su vestuario llamado sombrero) y en significación expresiva (comprobar que el gesto sea más o menos amplio, más o menos violento);
- una significación secundaria o convencional, consistente en atribuir a ese gesto un valor en función de una referencia cultural (levantarse el sombrero sólo tiene el sentido de saludo cortés en ciertas sociedades: por otra parte, esta convención está desapareciendo por la tendencia reciente de esta prenda a permanecer imperturbablemente atornillada sobre la cabeza;
- una significación intrínseca o esencial, que es la de ese gesto referido a un individuo que lo ha efectuado y cuyo temperamento, cortesía, etc., permitirá inferir.
La lectura de las imágenes artísticas se efectuará según la misma división:
1. El motivo primario, o natural, en otros términos el de la denotación: la imagen representa a un hombre, él ríe, tiene los brazos colgando, etc. Esta identificación es lo que Panofsky llama el estadio pre-iconográfico;
2. El motivo secundario, o convencional, el que se comprende poniendo en relación elementos de la representación con temas o conceptos: “entender que una figura de hombre con un cuchillo representa a san Bartolomé, que una figura de mujer con un melocotón en la mano es una personificación de la veracidad, que un grupo de figuras sentadas a la mesa en cierta disposición y en ciertas actitudes representa la Santa Cena, o que dos figuras combatiendo de cierta manera representan el Combata del Vicio y de la Virtud”. Es el estadio iconográfico, que supone el conocimiento de los códigos tradicionales (y subraya Panofsky, intencionales);
3. Finalmente, la significación intrínseca, que es “aprehendida definiendo los principios subyacentes que revelan la actitud fundamental de una nación, de un período, de una clase, de una convicción religiosa o filosófica, especificada por una personalidad y consensada en una obra”. Es el nivel del análisis iconológico, y Panofsky subraya que esas significaciones pueden ser, y son en general, no intencionales.

Fuente: Aumont, Jacques (1992) La imagen. Barcelona: Paidós.

NOTA: Damos las gracias a la Profa. Adlin Prieto por este aporte.

http://anabanos.jimdo.com/textura/textura-de-la-mirada-i/

Enlace sobre Magritte

Nota: agradecemos a la Profa. Gina Saraceni por este aporte.